MI DIGNIDAD VALE MÁS QUE CUALQUIER CALIFICACIÓN
Actualizado: 21 jun 2023
“Viví esta experiencia cuando tenía 19 años, mientras estudiaba en la universidad y lo más triste es que algunas compañeras me decían tonta por no querer aprovechar la oportunidad de salir con un profesor”
Por mucho tiempo, normalicé esta experiencia, sin embargo, el año pasado en la universidad donde estudié muchas mujeres decidieron alzar la voz y a través del “Tendedero del acoso” hicieron públicos muchos abusos por parte de diferentes maestros, entre todas esas denuncias estaban más de una vez los nombres de dos profesores con los cuales tuve situaciones desagradables. En esta ocasión, hablaré solo de una de ellas.
A lo largo de mi vida se me ha facilitado entablar amistad con hombres, lo que, con el paso de los años, me ha hecho quedar ante algunos como una mujer fácil, por lo cual se justificó (en esta situación) a mis maestros ante los demás.
¿QUÉ PASO?
Dos de mis mejores amigas, mi novio (ahora esposo) y yo decidimos adelantar una materia con los chicos del año superior. El profesor que impartía la asignatura, tenía la fama de iniciar relaciones con las alumnas, sin embargo, es algo que no me pasó por la cabeza hacer que jamás haría.
Para ser honesta, es una persona que sabe mucho y, de hecho, quería hacer mi tesis con él, pues su materia era una de mis favoritas. Poco a poco me acercaba más a él, realmente me encantaba y para mí era normal participar. Me gustaría precisar que, aunque siempre he sido una mujer responsable, nunca me ha gustado ser barbera con los maestros, cuando me acerco a uno es meramente para platicar sobre algún tema escolar, pero siempre con respeto y pintando mi línea.
Para continuar, es importante que conozcan que a mí nunca me gustó ir tan arreglada a la escuela, era muy común verme de mezclilla, blusas cómodas, tenis y sin maquillaje.
En fin, el semestre avanzaba y me hice amiga del profesor en Facebook. Recuerdo que un día actualicé mi foto de perfil y el me comentó que me veía muy bien. Para mí fue algo equis y no quise darle importancia, sin embargo, eso comenzó a hacerme sentir incomoda entre mi círculo de amigos, pues comenzaron a hacerme burla con que le gustaba al profe y en repetidas ocasiones, mis compañeras me decían que le pidiera la hora libre, que le pidiera favores y cosas por el estilo. Obviamente jamás acepté.
Hubo un examen que no pude presentar con mis compañeros y me dio la oportunidad de presentarlo después. Lo realicé en su cubículo y no era raro que en varias clases se nos permitiera apoyarnos de libros y/o apuntes. Había más profesores, por lo cual estaba tranquila, no lo sentí extraño. Pero una compañera, vio que estaba con el y comenzó a cuestionarme y hacerme burla tal como que yo le gustaba y que me daba facilidades.
Se presentaron diversas situaciones similares que me hicieron poner distancia cada vez más. En especial porque repetidas veces me hizo comentarios con respecto a mi relación; como que mi novio no me merecía, que no entendía porque estaba con mi novio, que me merecía algo mejor, que mi novio era mala influencia para mí, etc., poco a poco fui marcando más y más mi línea y en definitiva ya no quería hacer mi tesis con él.
Llegó el momento de elegir a mi tema y decidí trabajar con otro profesor, el cual, quiero destacar que es, no solo un excelente profesor sino un excelente ser humano. Al enterarse de que a había elegido a otro profesor, le comentó a la chica que se quedó con mi tema que yo lo había dejado con el trabajo botado, no se si sea verdad o no, pues fue un comentario que me hicieron llegar, pero si fue cierto, quiero aclarar que nunca empezamos a trabajar. Al poco tiempo me embaracé de mi ahora esposo y cuando me lo encontraba por los pasillos de la facultad, recibía miradas de desaprobación de mi ex profesor.
LA REALIDAD
Es que esto es algo que no solo me ha pasado a mí, allá afuera hay muchas chicas que han pasado por algo similar. Puedo decir que tuve suerte, por haber marcado mis límites, pero creo que eso no es algo que nos corresponda solo a nosotras, sino también a nuestros profesores, ellos deben respetarnos.
Yo siempre he tenido problemas de autoestima, no me siento bonita y por eso veía imposible que de verdad el profesor se hubiera fijado en mí, tampoco es como que lo deseará, pero no puse el alto cuando me dijeron por primera vez porque no lo creí posible.
Realmente me quede callada por miedo a que me dijeran que era mi culpa, o que no me creyeran e incluso me llamaran exagerada.
Debemos dejar de normalizar esto y a la primera señal parar en seco. No dejar que nada nos haga sentir incómodas y menos en nuestra escuela. Hoy puedo decir que tuve suerte, pero ha muchas niñas y mujeres que no pueden decir lo mismo. No te quedes callada.
Ale Landa
Autora | Mujer que inspira
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